lunes, 8 de junio de 2009

Recuerdan vida, obra y figura del ingeniero García Roel

El Tec se reunió en la Sala Mayor de Rectoría para decir "hasta siempre" al ingeniero Fernando García Roel.

El tiempo se detuvo en la Sala Mayor de Rectoría y por un momento amigos y excompañeros lo sintieron cerca, después de 24 años de retiro. La evocación del amigo que regresaba al lugar de encuentro de otras épocas confrontó a las nuevas generaciones emocionadas por conocer a un don Fernando García Roel joven y lleno de vida que se mostraba en fotos, y que ahora se despedía al compás del Canon de Johann Pachelbel.


Agradecimientos silenciosos y afectos redescubiertos, tantos recuerdos agolpados. En el homenaje, Laurita, esposa del ex Rector, recibió también un sentido agradecimiento por los 40 años como su compañera y la más efectiva y leal de sus colaboradores.

El Tecnológico de Monterrey se reunió el viernes 9 de marzo en la Sala Mayor de Rectoría para decir ‘hasta siempre’ al ingeniero Fernando García Roel en un emotivo homenaje que recorrió su vida, sus obras y su legado.

Familia, colegas y amigos recordaron a “don Fernando”, fallecido el 26 de febrero en Torreón. Rector durante 25 años, fue un hombre visionario que llevó la cultura emprendedora de la Institución a otras regiones de México y cimentó las bases de lo que es hoy.

“Rendimos un merecido homenaje a un mexicano excepcional. Uno de los impulsores más destacados de la educación superior que haya tenido nuestro país”, manifestó el ingeniero Lorenzo H. Zambrano, Presidente del Consejo del Tecnológico de Monterrey y Presidente de CEMEX, al iniciar el evento.

Destacó el carácter visionario del ingeniero García Roel al entender el potencial que tendrían las tecnologías de la información para revolucionar las tareas educativas, y cómo, gracias a los programas de educación a distancia que aquí se desarrollaron y evolucionaron para convertirse en lo que hoy es la Universidad Virtual, se pudo apoyar a comunidades marginadas en toda la República Mexicana.

En representación de la familia García Molina se encontraban su viuda, Laura Molina de García Roel, y uno de sus hijos, Héctor García Molina. También asistieron Eduardo Bours, Gobernador de Sonora; José Antonio Fernández, Vicepresidente del Consejo del Tecnológico de Monterrey y Presidente de FEMSA, y su esposa, Eva Garza de Fernández; Nina Zambrano, Presidenta del Consejo de Directores de MARCO, entre otros amigos, compañeros y colaboradores que tuvo.

Su más leal colaboradora

El ingeniero Zambrano dedicó un momento para agradecer a Laurita Molina de García, por el apoyo sin descanso que dio a su marido durante sus 25 años como Rector.

“Doña Laurita, lo apoyó sin descanso en todas sus actividades profesionales–convirtiéndose en lo que el mismo ingeniero llamó su más efectiva y leal colaboradora”, lo que una vez mencionado arrancó una ovación de los asistentes.

La seriedad del evento, que fue amenizado por la orquesta del Campus Monterrey, fue cediendo el paso al recuerdo afectuoso de los presentes, sentimiento que se reflejó ampliamente en el discurso del ingeniero Juan Fernando Perdomo, egresado del Tecnológico de Monterrey.

“Nunca deja de brillar la llama de los que trascienden y mucho menos de los que derraman amor”, dijo, al recordar como carismático y perfeccionista al ingeniero García Roel quien, junto con Laurita cautivó a generaciones de alumnos, consejeros, directivos, profesores y empleados del Tecnológico de Monterrey.

Destacó el compromiso del ex Rector con el crecimiento del Tecnológico de Monterrey. “La forma en la que impulsó el crecimiento de las entonces llamadas unidades, con el respaldo de muchos EXATEC, nos dio la oportunidad de recibirlo siempre, como un acontecimiento en el cual, con inteligencia y humildad, dejaba más huellas en su andar, en su sueño de sembrar más y mejor educación para México, inspirado en la visión inicial de don Eugenio Garza Sada”, dijo el ingeniero Perdomo.

Misionero de la cultura emprendedora

En su oportunidad, el doctor Rafael Rangel Sostmann, recordó a su predecesor como un hombre franco, innovador y creativo e incansable que rompió los paradigmas de compartir un modelo de universidad privada con otras regiones del país.

“Don Fernando tenía la visión de que el modelo que se había desarrollado en Monterrey, junto con los empresarios y la comunidad tenía que llevarse a otras regiones; no se trataba sólo de llevar educación para transformar al país, sino una cultura emprendedora, de visión de futuro, de optimismo”, recordó.

El doctor Rangel habló sobre las semillas que el ingeniero García Roel sembró en su tiempo como Rector y que actualmente son parte importante de la labor diaria del Tecnológico de Monterrey.

“El Instituto de Investigaciones Industriales, era en cierta manera un reflejo de South West Research Institute de San Antonio, cuando el Tecnológico de Monterrey comenzaba a hacer desarrollo tecnológico, así como los programas de agricultura y alimentos o la Escuela de Medicina, que hoy vuelven a ser una estrategia primordial de lo que será el futuro de la Institución”, dijo. Destacó los valores que heredó a la Institución, en particular al manejar con austeridad y eficiencia sus recursos, y su franqueza.

El homenaje finalizó con las palabras del doctor Héctor García Molina quien expresó su agradecimiento al Tecnológico de Monterrey por el apoyo y las muestras de cariño que brindaron a su familia ante la pérdida de su padre a quien recordó como un gran hombre de familia y con un excelente sentido del humor

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