martes, 9 de junio de 2009

Fernando García Roel

* Revista Integratec

Un hombre visionario

La huella imborrable de un hombre de familia, comprometido, honesto, puntual y con
un gran sentido del humor, fue la que dejó el ingeniero Fernando García Roel tras su
muerte el pasado mes de febrero.

Rector del Tecnológico de Monterrey de 1960 a 1984, el ingeniero García Roel fue un hombre de sobrado compromiso. Su visión emprendedora lo llevó a diseñar y promover el modelo multicampus que actualmente opera en la Institución.

Este crecimiento fue evidente: Cuando el ingeniero García Roel asumió su cargo, el Tecnológico de Monterrey tenía tres mil 952 alumnos, al jubilarse, en 1984, la Institución contaba con 30 mil 254 estudiantes en 23 ciudades.

Bajo su dirección y con el respaldo de don Eugenio Garza Sada primero, y de don Eugenio Garza Lagüera, después, emprendió el proceso de expansión. El primer
campus fue el Campus Guaymas en Sonora. Años más tarde, también durante la dirección del ingeniero García Roel, se fundaron la Escuela de Graduados en Administración
del Tecnológico de Monterrey –antecesora de la EGADE– y la Escuela de Medicina.

Su entusiasmo por integrar la tecnología en los sistemas de enseñanza, lo motivó a crear el área de computación –primera en Latinoamérica– y a iniciar los primeros
programas de intercambio con Estados Unidos. Asimismo, se enfocó en apoyar la investigación en alimentos y la carrera de medicina, hoy convertidas en pilares de la
Institución.

Originario de Monterrey, Nuevo León, el ingeniero García Roel llegó al Tecnológico de Monterrey en 1945 como profesor de matemáticas,y 15 años después, asumió la
rectoría de la Institución.

Como profesor y rector, las anécdotas son muchas. EXATEC,profesores, consejeros, en todos, dejó una huella.

Durante el homenaje que se rindió en su honor en el Campus Monterrey, el EXATEC, Juan Fernando Perdomo Bueno (ISC’77)recordó: “No es mentira que el ingeniero siempre fue puntual y comprometido con su responsabilidad de profesor; excepto claro,
cuando arribó al mundo su primogénito Fernando, en horario de clases. Para evitar que esto se repitiera, relatado por su inseparable esposa Laurita, el nacimiento de
Héctor, su segundo hijo, fue programado a las nueve de la noche; una hora en la que no interrumpía su quehacer docente”.

Como ésta, un sin fin de historias acompañan el recuerdo del ingeniero Fernando García Roel. En los pasillos y las aulas, su huella está presente.

Siempre leal al Tecnológico de Monterrey y a su inseparable esposa y colaboradora Laurita, don Fernando García Roel será recordado como un hombre visionario, de gran
calidad humana y de un inigualable compromiso con la educación del país. Descanse en paz.

ITESM CAMPUS GUAYMAS

*Revista Ingenieros Bioquímicos (IB 2001)

Cierto día, a principios de los años sesentas, el Ing. Fernando García Roel, rector del Instituto Tecnológico y de Estudios Superiores de Monterrey (de 1960 a 1985), haciendo uno de sus frecuentes viajes de Monterrey a Mexicali, y maravillado del panorama inmenso de las costas del Golfo de California, que se apreciaban con excepcional nitidez en aquella mañana esplendorosa, le comentó a su esposa:
-"Laurita, ¿te imaginas la riqueza que México tiene en sus mares? Es una pena que no se haga mas por explotarla".

Y se quedó abstraído, mirando fascinado por la ventanilla del avión.

Maduró la idea y después de visitar varios puertos, tanto en el Pacífico, como en el Golfo de México y en el Mar de Cortés, lugares todos ellos que satisfacían, no sólo los requisitos geográficos y técnicos, sino tambíen a los operacionales y humanos, se decidió por el puerto de Guaymas.



La decisión de porqué Guaymas fue debida principalmente a que los guaymenses acogieron la idea de la nueva "escuela de ciencias marinas" con singular entusiasmo.

El entonces alcalde de Guaymas, Enrique Ramonet, le brindó al Ing. García Roel toda su ayuda e intercedió para que Doña Georgette Lire viuda de Dávila, donara 7 espléndidas hectáreas frente al mar y en el punto más hermoso de la Bahía de Bacochibampo.

La idea cristalizó y en septiembre de 1967, se iniciaron operaciones en la escuela de ciencias maritimas ofreciendo la carrera de "Ing. Bioquímico con especialidad en ciencias marinas y tecnología de alimentos".

El campus Guaymas fue la primera unidad foránea con el nombre del Tec de Monterrey y esta experiencia dio pie a la posterior expansión del instituto a muchos otros estados de la república.

En esta crónica resulta indispensable mencionar al Dr. Henry Shafer Escamilla, quien no solo fue el primer director de esta unidad, sino que fue el artífice del gran desarrollo y reconocimiento que tuvo la escuela y a quien dirigió con entrega y distinción por más de 20 años.

Un año después, en 1968, se abrió la preparatoria en los terrenos del "varal", y un pequeño internado en "el tular", con la idea de captar alumnos de toda la región noroeste del país. El primer director de la preparatoria fue el Ing. Hevelio Villegas.

Desde la primera generación de Ing. Bioquímicos en 1969, se han graduado en el campus 1,573 alumnos de profesional,115 recibieron su título de maestría y 1,468 se han graduado de preparatoria.

lunes, 8 de junio de 2009

MENSAJE DE PERDOMO A NOMBRE DE LOS EXALUMNOS DEL TEC DE MONTERREY

* Palabras del Ing. Juan Fernando Perdomo Bueno (ISC 77 y Presidente Fundador del Campus Central de Veracruz del ITESM) en el homenaje al Ing. Fernando García Roel, ex rector del ITESM, con motivo de su fallecimiento (06/03/2009)

“Nunca deja de brillar la llama de los que trascienden; mucho menos si derramaron Amor”

Buenas tardes.
Familia García Molina.
Distinguidos Asistentes.

Hace una semana a las 8 de la mañana recibí la llamada de un querido profesor del Tec quien me dio la noticia de que había fallecido Don Fernando García Roel.

Enseguida comencé a mandar correos electrónicos informando a los exalumnos que tengo en mi lista.

Inesperadamente recibí muchas respuestas con anécdotas del Ingeniero porque, es imposible imaginarse Don Fernando García Roel sin una historia.

Hoy, todos los que formamos la inmensa familia de estudiantes en la etapa de Don Fernando, ya sea como profesor o como Rector del Tec de Monterrey, tenemos a flor de piel una historia y un grato recuerdo, que deseamos sean recibidos con el mismo cariño por las generaciones que nos sucedieron.

Fernando García Roel, carismático y perfeccionista, junto con Laurita, su compañera y confidente, su esposa, lograron cautivar a generaciones de alumnos, consejeros, directivos, profesores y empleados.

Fue de una manera natural, con la intensidad de un enamorado de su profesión de ingeniero, la pasión por la educación y algo esencial que ahora es más difícil encontrar en nuestro país: Liderazgo enérgico, pero brindando la confianza a sus colaboradores, en los que descansaba sus proyectos.

La vida de Don Fernando está plena de vivencias que se transforman en leyendas a través del tiempo.

Pero, no es mentira que siempre fue puntual y comprometido con su responsabilidad de profesor; excepto, claro –siempre hay una excepción- la ocasión en la que arribó al mundo su primogénito, Fernando, en horario de clases. Para evitar que esto se repitiera, relatado por Laurita, el nacimiento de Héctor, su segundo hijo, fue debidamente programado para un hora que no interrumpiera su quehacer docente: A las 9 de la noche.

Era intenso en su labor como directivo.

Ninguno de los que participamos en actividades extraacadémicas podemos soslayar su presencia, como espectador, en la revista musical, el futbol americano, el concierto ensamble, el básquet bol, el teatro, los festivales de la canción o los eventos de los internos y siempre, al concluir la función, subía al escenario a saludar a los que habíamos participado, o entregaba diplomas, reconociendo en muchos, a hijos de sus exalumnos de la década de los 50´s.

En un evento así fue que estreché su mano por primera vez y de inmediato recordó el nombre de mi padre, y me pidió que lo saludara.

Es histórico hablar de su impresionante memoria, y yo lo pude constatar, pues recordaba a sus alumnos por su nombre y sus dos apellidos; pero también que guardaba las boletas de calificaciones aún pasados 30 o más años de que les había dado clase. Así una vez me dijo: Mira las calificaciones de tu papá cuando fue mi alumno, para que no te presuma que sacaba puros dieces.

Por ello, desde mi niñez, en mi casa escuchaba su nombre con familiaridad -de labios de mi papá- ligado siempre al nostálgico TEC, con historias añejas que me hicieron querer al TEC antes de conocerlo.

Pero si fue pleno con el alma mater, fue tanto o más comprometido con el crecimiento del Tec en el país empezando, no se porque razón, pero me lo imagino, en el estado de Sonora. Porque no hay coincidencias: Laurita Molina es Sonorense.

La forma en la que impulsó el crecimiento de las entonces llamadas unidades, con el respaldo de muchos Exatec, nos dio la oportunidad de recibirlo siempre, como un acontecimiento en el cual, siempre con inteligencia y humildad, dejaba más huellas en su andar, en su sueño de sembrar más y mejor educación para México, inspirado en la visión inicial de Don Eugenio Garza Sada.

En las ocasiones- que fueron varias- en que Laurita lo acompañaba, la motivación de las esposas de los consejeros se incrementaba y el resultado siempre fue positivo ganándose más compromiso con nuestro querido TEC.

Pero un día nos lo dijo: -Ya voy a retirarme. Ya me jubilo.
-¿Por qué?, le preguntamos.
Respondió: Es tiempo de que sangre nueva venga a multiplicar y consolidar lo que se ha iniciado.

Con discreción y con decoro, Don Fernando “pintó su raya” y, con sabiduría dejó los espacios para que nuevas generaciones siguieran construyendo sobre los cimientos que, con Don Eugenio Garza Laguera, Presidente de EISAC, y cientos de consejeros y socios activos, habían asentado en casi la mitad del país.

Pero Don Fernando si se equivocó. Aunque quiso establecer un espacio con el TEC, el TEC nunca se ha separado de él, porque el TEC somos todos nosotros, los alumnos, exalumnos, profesores, empleados, directivos y consejeros de todos los campus que le rendimos un homenaje en vida y, ahora, un reconocimiento en su partida física.

Queridísima Familia García Molina.
Laurita, Héctor…
Amigas y Amigos.

Se, estoy seguro, que esta ceremonia para Don Fernando, es un homenaje a los que llevan su sangre. A los que forman su círculo más cercano.

Especialmente a Laurita. Una mujer inteligente, llena de juventud y de emoción que jugó un papel más que importante, sustantivo en muchas de las acciones, proyectos y retos del Ing. García Roel.

Y es que pocas parejas, pocos matrimonios, han sostenido una relación de complicidad y coordinación; de cariño y admiración mutuo; de UNIDAD, como Don Fernando y Laurita.

Queremos manifestarles a ustedes y a todos sus familiares, que dentro de cada edificio, dentro de cada espacio del TEC de MONTERREY está y estará siempre la huella del Ingeniero García Roel.

Y hoy Laurita, tengo la respuesta más clara a la pregunta ¿Qué pasará? que hace 25 años nos hiciéramos, cuando se despedían del Campus Central de Veracruz, en donde la Biblioteca lleva el Nombre de nuestro ilustre ex rector. ¿Se recuerda, Laurita?

¿Qué pasará cuando todo termine? ¿Regresaré otra vez desde ahí, de otro estado, otra tierra y encontraré a mis amigos de aquí?

Lo que pasa es que estamos aquí: Sus alumnos, los consejeros, sus colaboradores, las personas que él formó, para decirles que les agradecemos los 40 años de vida dedicados al Tec de Monterrey, los 25 como Rector – y como el decía: No los sumes porque no da la cuenta- deseando que sepan que cada paso que dieron por los diferentes lugares de México, ahí está la presencia de Don Fernando y Laurita.

Y nunca, de verdad…, nunca, los dejaremos irse de ahí.

Dios los bendiga!

La comunidad del ITESM rinde homenaje a ex rector

* CRISTAL BARRIENTOS / EL SIGLO DE TORREÓN / TORREÓN


Alumnos, maestros, personal administrativo y consejeros del Instituto Tecnológico de Estudios Superiores de Monterrey (ITESM), rindieron un homenaje póstumo al ingeniero Fernando García Roel, ex rector de esta casa de estudios.

Ante la comunidad del ITESM, Roberto Villarreal Maíz, presidente de Educación y Tecnología de La Laguna, asociación civil que auspicia el Campus Laguna del Sistema Tecnológico de Monterrey, destacó el trabajo del ingeniero García Roel, quien tenía 87 años y falleció de causas naturales.



A las 10:30 horas de ayer sábado, en el lobby del Centro de Competitividad Internacional del Tecnológico de Monterrey, Campus Laguna, se realizó la ceremonia en donde estuvieron presentes el rector Rangel Sostmann y la familia de Fernando García Roel.

Sumamente conmovido, Villarreal Maíz dirigió unas palabras en memoria del ingeniero durante una ceremonia que congregó a alumnos, consejeros y personal, en donde estuvieron familiares de Fernando García Roel; a las 12:30 horas se ofició una misa.

Fernando García Roel, quien dirigió el Tecnológico de Monterrey durante 25 años, dejó de existir físicamente, pero su trabajo a favor de la educación perdurará en la memoria de toda la comunidad educativa a quien ofreció su trabajo y liderazgo.

Y es que el ingeniero García Roel fue quien diseñó y promovió el sistema multicampus, modelo que actualmente opera el Tecnológico de Monterrey, además comenzó la utilización de novedosos sistemas de enseñanza como la televisión con circuito cerrado, los cursos a distancia y los sistemas abiertos, que con el tiempo se transformaron en una red informática, base para lo que luego se incorporaría al proceso del rediseño educativo.

Fernando García Roel encabezó los esfuerzos del Tecnológico de Monterrey de 1960 a 1984, año en que se jubiló y fue relevado en el cargo por Rafael Rangel Sostmann, rector actual.

Nació en agosto de 1921 en la ciudad de Monterrey y estudió la carrera de Ingeniero Químico en la Universidad Nacional Autónoma de México, luego obtuvo la maestría en Ciencias en la Universidad de Wisconsin.

Contrajo matrimonio en 1946 con Laura Molina, con quien procreó dos hijos, Fernando y Héctor. En 1945 llegó a Monterrey para desempeñarse como profesor de Matemáticas, posteriormente, en 1960, asumió la rectoría del Tecnológico de Monterrey, cuando su impacto se centraba sólo en esta ciudad.

Durante la gestión de Fernando García Roel se fundó la Escuela de Graduados en Administración del Tecnológico de Monterrey, y se fundó la Escuela de Medicina, el resto es historia.

GARCÍA ROEL: EXATECS DE SILICON VALLEY LE RECUERDAN

* Exatecs Silicon Valley

Fue el ingeniero García Roel quien diseñó y promovió el sistema multicampus, modelo que actualmente opera el Tecnológico de Monterrey; comenzó la utilización de novedosos sistemas de enseñanza como la televisión con circuito cerrado, los cursos a distancia y los sistemas abiertos, que con el tiempo se transformaron en una red informática, base para lo que luego se incorporaría al proceso del rediseño educativo.

El ingeniero García Roel encabezó los esfuerzos del Tecnológico de Monterrey de 1960 a 1984, año en que se jubiló y fue relevado en el cargo por el doctor Rafael Rangel Sostmann, rector actual.

Nació en agosto de 1921 en la ciudad de Monterrey, y estudió la carrera de Ingeniero Químico en la Universidad Nacional Autónoma de México, luego obtuvo la maestría en Ciencias en la Universidad de Wisconsin. Contrajo matrimonio en 1946 con Laura Molina, con quien procreó dos hijos: Fernando y Héctor.



En 1945 llegó a Monterrey para desempeñarse como profesor de matemáticas; posteriormente, en 1960 asumió la rectoría del Tecnológico de Monterrey, cuando su impacto se centraba sólo en esta ciudad. Ahí permaneció durante 25 años y logró llevar a la Institución fuera de Nuevo León.

Bajo su dirección y con el respaldo de don Eugenio Garza Sada primero, y de don Eugenio Garza Lagüera, después, se emprendió el proceso de expansión. La aventura inició en Sonora, al fundarse el Campus Guaymas en 1967. Durante su gestión se fundó la Escuela de Graduados en Administración del Tecnológico de Monterrey que inició actividades en la Ciudad de México en 1973 -la cual se convertiría más tarde en la EGADE- y se fundó la Escuela de Medicina, el resto es historia.

"Se dice fácil que somos 90 mil alumnos, sin embargo, la idea de salir a otras ciudades, de promover el modelo del Tecnológico de Monterrey en otras partes de la República y volvernos un sistema nacional, no era tan obvio como lo vemos ahora", afirmó el ingeniero Lorenzo Zambrano, presidente del Consejo del Tecnológico de Monterrey".

Recuerdan vida, obra y figura del ingeniero García Roel

El Tec se reunió en la Sala Mayor de Rectoría para decir "hasta siempre" al ingeniero Fernando García Roel.

El tiempo se detuvo en la Sala Mayor de Rectoría y por un momento amigos y excompañeros lo sintieron cerca, después de 24 años de retiro. La evocación del amigo que regresaba al lugar de encuentro de otras épocas confrontó a las nuevas generaciones emocionadas por conocer a un don Fernando García Roel joven y lleno de vida que se mostraba en fotos, y que ahora se despedía al compás del Canon de Johann Pachelbel.


Agradecimientos silenciosos y afectos redescubiertos, tantos recuerdos agolpados. En el homenaje, Laurita, esposa del ex Rector, recibió también un sentido agradecimiento por los 40 años como su compañera y la más efectiva y leal de sus colaboradores.

El Tecnológico de Monterrey se reunió el viernes 9 de marzo en la Sala Mayor de Rectoría para decir ‘hasta siempre’ al ingeniero Fernando García Roel en un emotivo homenaje que recorrió su vida, sus obras y su legado.

Familia, colegas y amigos recordaron a “don Fernando”, fallecido el 26 de febrero en Torreón. Rector durante 25 años, fue un hombre visionario que llevó la cultura emprendedora de la Institución a otras regiones de México y cimentó las bases de lo que es hoy.

“Rendimos un merecido homenaje a un mexicano excepcional. Uno de los impulsores más destacados de la educación superior que haya tenido nuestro país”, manifestó el ingeniero Lorenzo H. Zambrano, Presidente del Consejo del Tecnológico de Monterrey y Presidente de CEMEX, al iniciar el evento.

Destacó el carácter visionario del ingeniero García Roel al entender el potencial que tendrían las tecnologías de la información para revolucionar las tareas educativas, y cómo, gracias a los programas de educación a distancia que aquí se desarrollaron y evolucionaron para convertirse en lo que hoy es la Universidad Virtual, se pudo apoyar a comunidades marginadas en toda la República Mexicana.

En representación de la familia García Molina se encontraban su viuda, Laura Molina de García Roel, y uno de sus hijos, Héctor García Molina. También asistieron Eduardo Bours, Gobernador de Sonora; José Antonio Fernández, Vicepresidente del Consejo del Tecnológico de Monterrey y Presidente de FEMSA, y su esposa, Eva Garza de Fernández; Nina Zambrano, Presidenta del Consejo de Directores de MARCO, entre otros amigos, compañeros y colaboradores que tuvo.

Su más leal colaboradora

El ingeniero Zambrano dedicó un momento para agradecer a Laurita Molina de García, por el apoyo sin descanso que dio a su marido durante sus 25 años como Rector.

“Doña Laurita, lo apoyó sin descanso en todas sus actividades profesionales–convirtiéndose en lo que el mismo ingeniero llamó su más efectiva y leal colaboradora”, lo que una vez mencionado arrancó una ovación de los asistentes.

La seriedad del evento, que fue amenizado por la orquesta del Campus Monterrey, fue cediendo el paso al recuerdo afectuoso de los presentes, sentimiento que se reflejó ampliamente en el discurso del ingeniero Juan Fernando Perdomo, egresado del Tecnológico de Monterrey.

“Nunca deja de brillar la llama de los que trascienden y mucho menos de los que derraman amor”, dijo, al recordar como carismático y perfeccionista al ingeniero García Roel quien, junto con Laurita cautivó a generaciones de alumnos, consejeros, directivos, profesores y empleados del Tecnológico de Monterrey.

Destacó el compromiso del ex Rector con el crecimiento del Tecnológico de Monterrey. “La forma en la que impulsó el crecimiento de las entonces llamadas unidades, con el respaldo de muchos EXATEC, nos dio la oportunidad de recibirlo siempre, como un acontecimiento en el cual, con inteligencia y humildad, dejaba más huellas en su andar, en su sueño de sembrar más y mejor educación para México, inspirado en la visión inicial de don Eugenio Garza Sada”, dijo el ingeniero Perdomo.

Misionero de la cultura emprendedora

En su oportunidad, el doctor Rafael Rangel Sostmann, recordó a su predecesor como un hombre franco, innovador y creativo e incansable que rompió los paradigmas de compartir un modelo de universidad privada con otras regiones del país.

“Don Fernando tenía la visión de que el modelo que se había desarrollado en Monterrey, junto con los empresarios y la comunidad tenía que llevarse a otras regiones; no se trataba sólo de llevar educación para transformar al país, sino una cultura emprendedora, de visión de futuro, de optimismo”, recordó.

El doctor Rangel habló sobre las semillas que el ingeniero García Roel sembró en su tiempo como Rector y que actualmente son parte importante de la labor diaria del Tecnológico de Monterrey.

“El Instituto de Investigaciones Industriales, era en cierta manera un reflejo de South West Research Institute de San Antonio, cuando el Tecnológico de Monterrey comenzaba a hacer desarrollo tecnológico, así como los programas de agricultura y alimentos o la Escuela de Medicina, que hoy vuelven a ser una estrategia primordial de lo que será el futuro de la Institución”, dijo. Destacó los valores que heredó a la Institución, en particular al manejar con austeridad y eficiencia sus recursos, y su franqueza.

El homenaje finalizó con las palabras del doctor Héctor García Molina quien expresó su agradecimiento al Tecnológico de Monterrey por el apoyo y las muestras de cariño que brindaron a su familia ante la pérdida de su padre a quien recordó como un gran hombre de familia y con un excelente sentido del humor

Homenaje a Fernando García Roel (2006)

* CRÓNICA INTERCAMPUS 26 de Febrero de 2006

En el marco de la XXI Reunión de Consejeros del Tecnológico de Monterrey se brindó un reconocimiento al trabajo del ingeniero Fernando García Roel ex rector del Tecnológico de Monterrey.


“Aunque físicamente ausentes, estamos aquí presentes con el corazón en la mano, porque con toda sinceridad, jamás habíamos imaginado algo así”, expresó el ingeniero Fernando García Roel, a través de su amigo el ingeniero Evelio Villegas Aguilar.

El 19 de febrero en el Auditorio Luis Elizondo, el Tecnológico de Monterrey reconoció su labor como impulsor de la educación, con el principal objetivo de demostrarle el cariño y la gratitud que se merece.

“Muchas personas han pasado por el Tecnológico de Monterrey y han dejado su vida, pero hoy estamos reconociendo al ingeniero Fernando García Roel, por los valores que nos transmitió, su espíritu emprendedor y liderazgo” señaló el doctor Rafael Rangel Sostmann, rector del Tecnológico de Monterrey.

“El día de hoy, el Tecnológico de Monterrey es la suma de decisiones que se han tomado” subrayó el doctor Rangel Sostmann, “una decisión importante era llevar la experiencia del Tecnológico de Monterrey fuera de Monterrey, así, el ingeniero García Roel lo llevó y promovió por muchas ciudades”.

Como parte del homenaje, se develó una placa conmemorativa por su dedicación en el Tecnológico de Monterrey y, a petición de egresados y gracias al apoyo del alcalde de Monterrey, la calle antes llamada Ricardo Covarrubias pasará a llamarse Fernando García Roel.

El ingeniero Ramón de la Peña Manrique, ex rector del Campus Monterrey, destacó que dicho reconocimiento “no era solamente bien merecido, sino necesario. Yo creo que el ingeniero García Roel es una de las personas que realmente hizo y transformó al Tecnológico de Monterrey en lo que hoy es”.

Su vida y el Tecnológico de Monterrey

El ingeniero Fernando García Roel nació en agosto de 1921 , estudió la carrera de Ingeniero Químico en la Universidad Nacional Autónoma de México y obtuvo una maestría en Ciencias en la Universidad de Wisconsin.

En el año de 1945 llegó a Monterrey para desempeñarse como profesor de matemáticas; posteriormente, en 1960 asumió la rectoría del Tecnológico de Monterrey, cuando su impacto se centraba a la ciudad de Monterrey.

La gente que le conoció destacó que su personalidad incluía algunos rasgos, tales como decidido, honrado, organizado, exigente, firme y leal; a lo largo de su trayectoria él pudo combinar éxitos profesionales con su vida familiar.

De este modo, se reconocen 40 años de trabajo, en los que volcó su energía e inteligencia para conducir al Tecnológico de Monterrey.

A pesar de no estar físicamente durante la ceremonia, el ingeniero Fernando García Roel fue reconocido por haber entregado su vida al servicio del Tecnológico de Monterrey, a tal grado que podría decirse que lleva el color azul impregnado en su interior. “Él tuvo la energía de hacerlo, se lo merece mucho”, enfatizó el doctor Rangel Sostmann.

Fallece Fernando García Roel, ex rector del Tec

Hoy, jueves 26 de febrero (2009), a la edad de 87 años, en la ciudad de Torreón, Coahuila falleció el ingeniero Fernando García Roel, quien fuera Rector del Tecnológico de Monterrey por 25 años.

Nacido en agosto de 1921 en la ciudad de Monterrey, estudió la carrera de Ingeniero Químico en la Universidad Nacional Autónoma de México, luego obtuvo la maestría en Ciencias en la Universidad de Wisconsin. Contrajo matrimonio en 1946 con Laura Molina, con quien procreó dos hijos: Fernando y Héctor.

En 1945 llegó a Monterrey para desempeñarse como profesor de matemáticas y en 1960 asumió la rectoría del Tecnológico de Monterrey, cuando su impacto se centraba sólo en esta ciudad. Fue el ingeniero García Roel quien diseñó y promovió el sistema multicampus, modelo que actualmente opera el Tecnológico de Monterrey; comenzó la utilización de novedosos sistemas de enseñanza como la televisión con circuito cerrado, los cursos a distancia y los sistemas abiertos que con el tiempo se transformaron en una red informática, base para el rediseño educativo. Bajo su gestión se creó la Escuela de Medicina y la Escuela de Graduados en Administración.

A finales de 1984, año en que dejó su cargo y fuera sucedido, en 1985, por el doctor Rafael Rangel Sostmann, la población escolar era de 30 mil 254 alumnos, y la labor de la Institución se llevaba a cabo en 23 ciudades de México.

Sobre don Fernando, el doctor Rafael Rangel Sostmann recuerda "Al retirarse del Tecnológico de Monterrey, el ingeniero García Roel dejó algo muy importante que es la cultura organizacional, ésta se basa principalmente en los valores que construyó: la sencillez, la puntualidad con la que llegaba todos los días, la austeridad, la honestidad... Dejó excelentes instalaciones, programas, personas, pero lo más importante es que promovió valores en nosotros, que hoy forman parte importante de la cultura del Tecnológico de Monterrey. Aprendimos mucho de ese optimismo, del sentido del humor ante los problemas, del valor de la familia, de la ilusión de lo que él quería del Tecnológico de Monterrey".

Descanse en paz, don Fernando García Roel.


Se invita a la Comunidad EXATEC a asistir a los eventos en tributo de Don Fernando García Roel:

- Ceremonia con alumnos, consejeros y personal, que será encabezada por el doctor Rafael Rangel Sostmann y la familia del ingeniero Fernando García Roel. Posteriormente, se oficiará una misa.

Fecha: sábado 28 de febrero
Hora: 10:30 horas
Lugar: Campus Laguna

- Homenaje Póstumo presidido por el doctor Rafael Rangel Sostmann y el ingeniero Lorenzo Zambrano.

Fecha: viernes 6 de de marzo
Hora: 13:00 horas
Lugar: Sala Mayor de Rectoría, Campus Monterrey
**Favor de confirmar asistencia al teléfono (81) 8358 1400, ext. 3620

Centro de Prensa del Tecnológico de Monterrey

FERNANDO GARCIA ROEL

* Edgardo Reyes Salcido (4 de Marzo de 2009)

La prensa y la televisión del viernes pasado nos trajeron la noticia del deceso del Ing. Fernando García Roel, el cuarto Rector del Tecnológico, acaecido en la Ciudad de Torreón, después de haber cumplido cabalmente una vida productiva y de gran proyección.

El Tecnológico como todos sabemos, fue fundado en 1943 por un puñado de hombres de negocios encabezado por Don Eugenio Garza Sada, ingeniero de MIT, quien presidió el Consejo de la Institución hasta su muerte en 1973. El primer rector fue el Ing. León Avalos Vez, quien procedió de la mejor escuela de ingeniería que a la sazón había en el país, que era la ESIME del Politécnico Nacional. El Ing. León Avalos Vez, contrató y constituyó la planta magisterial, promovió el Instituto y dió los primeros pasos firmes y edificó los cimientos. Después pasó a la Coparmex y fundó el Instituto de Administración Científica de las Empresas (IACE), que fué durante muchos años la principal fuente de ingresos para la Coparmex y que alcanzó grandes logros en beneficio del país. Murió el Ing. León Avalos Vez en la Ciudad de México a la edad de 98 años, dejando una gran herencia como líder y educador.

El segundo Rector fué el Lic. Roberto Guajardo Suárez regiomontano de 28 años, quien con un entusiasmo inusitado y una gran camaradería con el estudiantado, hizo crecer a la Institución, aumentando el Campus en Monterrey y atrayendo estudiantes de todo el territorio nacional. La idea de Don Eugenio Garza Sada, presidente del EISAC, era constituir a Monterrey en el centro privilegiado número uno de capacitación de excelencia en el país y buscar que con ayuda de becas se atrajese a su seno a lo mejor del estudiantado de todos los estados del país. El Lic. Guajardo Suárez pasó luego a presidente de Coparmex donde hizo también una labor esplendida, contratando a muchos ex-profesores del Tecnológico y manteniendo como invitados siempre a facultativos de esta Institución en los programas académicos de Coparmex, el Lic. Guajardo Suárez también pasó a mejor vida hace poco tiempo en la Ciudad de México.

Volvió al Tecnológico un segundo ex-profesor del Politécnico, pero ahora un Ing. Aeronauta y Ph. D. en Ingeniería por la Universidad de Michigan, el Ing. Víctor Bravo Ahuja, quien superó al Tecnológico, buscando que una proporción importante del profesorado tuviese grados de maestrías y doctorados. En esta época el Ing. Víctor Bravo Ahuja, escribió un libro sobre educación técnica en México que cuando Adolfo López Mateos fue electo Presidente del país, motivó que buscara al Ing. Bravo Ahuja para pedirle que ocupara la Subsecretaria de Educación Técnica en su gobierno y aplicara lo que en su libro había propuesto; el impulso a la educación técnica fué extraordinario y los tecnológicos regionales corresponden a esa época, más una participación ciudadana no antes vista, en la planeación de Recursos Humanos y en la capacitación técnica del país.

Al irse el Ing. Víctor Bravo Ahuja del Tec., los candidatos a ocupar la rectoría eran el Ing. Fernando García Roel, director escolar y el Lic. Emilio Guzmán Lozano, director de la Escuela de Contabilidad Economía y Administración. La muerte prematura del Lic. Emilio Guzmán Lozano a los 41 años de edad, abrió el camino para que el Consejo de EISAC, nombrara a Fernando García Roel, iniciándose con él una nueva época de impulso a la expansión y diversificación del Tecnológico, buscándose desde un principio, la apertura de una Facultad de Derecho, que por aquel entonces no se logró, la Escuela de Graduados en Administración en la Ciudad de México, con apoyo del Banco Nacional de México de Agustín Legorreta y luego, la apertura de Campus en las principales ciudades del país, con apoyo de los hombres de negocios de esas localidades. En 1973 con la muerte de Don Eugenio Garza Sada, tomó la presidencia del Consejo de EISAC Eugenio Garza Lagüera, quien fué el respaldo, impulso y líder de la expansión multicampus del Tecnológico, interpretado fielmente en la acción por Fernando García Roel.

En Monterrey la consolidación del Tecnológico se logró con una excelente Escuela de Ingeniería, dirigida por el Ing. José Emilio Amores, quien todavía vive con nosotros, la Escuela de Contabilidad Economía y Administración que me tocó dirigir a mi, la Escuela de Agricultura y Zootecnia, que dirigió el Ing. Leonel Robles y la Escuela Preparatoria a cargo del Ing. Carlos Duhne.

A diferencia de sus predecesores García Roel fue enérgico, intolerable a fallas, líder astuto y sumamente franco. Su predilección por la Ingeniería era obvia y no lo disimulaba; conmigo hubo diferencias y contrastes de opinión y casi nunca coincidíamos por el énfasis que yo quería dar a la Administración de Empresas (en 1964 Constituí la Escuela de Graduados en Administración, primera en América Latina) y la subestima que el Ing. García Roel daba a esas áreas a favor de la Ingeniería. Sinembargo, con gran franqueza discutíamos nuestros puntos de vista antagónicos y nunca tuve una queja, una zancadilla, una objeción, manejándonos siempre con respecto y gran altura. Los Directores asistíamos a las juntas de Consejo los lunes y hubo siempre una gran unidad y gran cohesión, que fué la base fundamental del progreso de la Institución. Los problemas estudiantiles de 1968 y 1969 se sortearon con prudencia y gran sagacidad y otro tanto aconteció con los problemas con la Compañía de Jesús y su expulsión de Monterrey.

Fernando García Roel fué sustituido por Rafael Rangel Sostman, que actualmente ha internacionalizado el Instituto y le ha dado un repunte quizá no previsto por sus fundadores. Rafael ha creado un sistema global con asociaciones, con las principales universidades del mundo y ha llevado a la Institución educativa a alturas insospechadas.

Sin embargo, el hueco dejado por García Roel es único y el Instituto y la Educación nacional y Monterrey, han perdido a uno más de sus líderes quien cumplió cabalmente con su misión y que seguramente será recordado en la historia del Instituto, Por su disciplina, por su puntualidad, por su amor al trabajo, por su dedicación y por su altura de miras. ¡Descanse en paz el Ing. Fernando García Roel!.

Fallece don Fernando García Roel

El ingeniero Fernando García Roel quien dirigió al Tecnológico de Monterrey durante 25 años, dejó de existir físicamente, pero se mantendrá vivo en la memoria de toda la comunidad educativa a quien ofreció su trabajo y liderazgo.


"Tengo la convicción de haber cumplido una tarea importante. Esta tarea no ha sido otra que la de coordinar el esfuerzo, la dedicación, la inteligencia de tantos y tan talentosos seres humanos que integran orgullosamente el Tecnológico de Monterrey, a cuyo lado he aprendido que lo más importante de los visionarios es haber entendido cabalmente el valor de la audacia, la importancia del coraje emprendedor y la trascendencia de la curiosidad científica".
Ing. Fernando García Roel

Hoy, a la edad de 87 años, en la ciudad de Torreón, Coahuila falleció el ingeniero Fernando García Roel, quien fuera Rector del Tecnológico de Monterrey por 25 años.

Fue el ingeniero García Roel quien diseñó y promovió el sistema multicampus, modelo que actualmente opera el Tecnológico de Monterrey; comenzó la utilización de novedosos sistemas de enseñanza como la televisión con circuito cerrado, los cursos a distancia y los sistemas abiertos, que con el tiempo se transformaron en una red informática, base para lo que luego se incorporaría al proceso del rediseño educativo.

El ingeniero García Roel encabezó los esfuerzos del Tecnológico de Monterrey de 1960 a 1984, año en que se jubiló y fue relevado en el cargo por el doctor Rafael Rangel Sostmann, Rector actual.

Nació en agosto de 1921 en la ciudad de Monterrey, y estudió la carrera de Ingeniero Químico en la Universidad Nacional Autónoma de México, luego obtuvo la maestría en Ciencias en la Universidad de Wisconsin. Contrajo matrimonio en 1946 con Laura Molina, con quien procreó dos hijos: Fernando y Héctor.

En 1945 llegó a Monterrey para desempeñarse como profesor de matemáticas; posteriormente, en 1960 asumió la rectoría del Tecnológico de Monterrey, cuando su impacto se centraba sólo en esta ciudad. Ahí permaneció durante 25 años y logró llevar a la Institución fuera de Nuevo León.

Bajo su dirección y con el respaldo de don Eugenio Garza Sada primero, y de don Eugenio Garza Lagüera, después, se emprendió el proceso de expansión. La aventura inició en Sonora, al fundarse el Campus Guaymas en 1967. Durante su gestión se fundó la Escuela de Graduados en Administración del Tecnológico de Monterrey que inició actividades en la Ciudad de México en 1973 –la cual se convertiría más tarde en la EGADE– y se fundó la Escuela de Medicina, el resto es historia.

"Se dice fácil que somos 90 mil alumnos, sin embargo, la idea de salir a otras ciudades, de promover el modelo del Tecnológico de Monterrey en otras partes de la República y volvernos un sistema nacional, no era tan obvio como lo vemos ahora", afirmó el ingeniero Lorenzo Zambrano, presidente del Consejo del Tecnológico de Monterrey.

En septiembre de 1960, el Tecnológico de Monterrey cumplía 17 años de haber sido fundado. Tenía entonces 3 mil 952 alumnos concentrados en el área de Monterrey –entre profesional, preparatoria y la escuela de verano. Cuando el ingeniero García Roel dejó su cargo, la población escolar era de 30 mil 254 alumnos, y la labor de la Institución se llevaba a cabo en 23 ciudades de México.

Quienes tuvieron la fortuna de conocerlo recuerdan al ingeniero García Roel como un hombre de familia, sencillo, honesto, puntual y con un gran optimismo que le llevaba a enfrentar los problemas con buen humor.

Hace justamente tres años, en la ciudad de Monterrey, se le rindió un homenaje por sus 40 años de trabajo, en los que volcó su energía e inteligencia para conducir al Tecnológico de Monterrey, a tal grado que se decía que llevaba el color azul impregnado en su interior. Como parte de ese homenaje, se develó una placa conmemorativa y, a petición de egresados y gracias al apoyo de del municipio de esa ciudad, la calle que atraviesa el Campus Monterrey, antes llamada Ricardo Covarrubias se renombró como “Ing. Fernando García Roel”.

Quien fuera su sucesor, el doctor Rafael Rangel Sostmann, mencionó: "Al retirarse del Tecnológico de Monterrey, el ingeniero García Roel dejó algo muy importante que es la cultura organizacional, ésta se basa principalmente en los valores que construyó: la sencillez, la puntualidad con la que llegaba todos lo días en su Volkswagen blanco, la austeridad, la honestidad... Dejó excelentes instalaciones, programas, personas, pero lo más importante es que promovió valores en nosotros, que hoy forman parte importante de la cultura del Tecnológico de Monterrey. Aprendimos mucho de ese optimismo, del sentido del humor ante los problemas, del valor de la familia, de la ilusión de lo que él quería del Tecnológico de Monterrey".

Despedida

"Despedirse es morir un poco. Sobre todo cuando uno ha permanecido tanto tiempo junto a la mejor gente y en torno a una obra tan noble como el Tecnológico de Monterrey. A ustedes que son esta mejor gente, y esa obra educativa en la que todos nosotros hemos sido copartícipes, esta mañana me corresponde decirles adiós", así se despidió el 3 de enero de 1985 el ingeniero Fernando García Roel de maestros, directivos y Consejeros del Tecnológico de Monterrey.

Hoy la comunidad del Tecnológico de Monterrey le dice "Hasta siempre".

Eventos en tributo de don Fernando García Roel

El próximo sábado 28 de febrero a las 10:30 horas, se llevará a cabo en el Campus Laguna una ceremonia con alumnos, consejeros y personal, que será encabezada por el doctor Rafael Rangel Sostmann y la familia del ingeniero Fernando García Roel. Posteriormente, a las 12:30 horas, se oficiará una misa.

El viernes 6 de de marzo a las 13:00 horas, se celebrará en la Sala Mayor de Rectoría del Campus Monterrey un Homenaje Póstumo que encabezarán el doctor Rafael Rangel Sostmann y el ingeniero Lorenzo Zambrano.

domingo, 7 de junio de 2009

MENSAJE Y FOTO DE HECTOR GARCIA MOLINA

*Hector Garcia-Roel Molina

Aqui mando una foto para el blog en honor a mi padre... Es una de mis fotos favoritas de él y mi madre, aunque la foto es de baja calidad. Resulta que el que tomó la foto (quizás yo, con la cámara de mi papa), con las prisas para capturar el momento, se equivocó y la foto original salió muy obscura, casi todo negro.
En la diapositiva original casi no se ve nada, y la foto acabo arrumbada en un cajón, sin que nadie la viera por años.
Hace poco me la encontré, y usando tecnología digital pude rescatar algo de la imagen... Probablemente fue la primera vez que alguien habia visto esta imagen!



En fin, creo que la imagen capta muy bien como recuerdo yo a mi padre!

Mil gracias por establecer el blog!!

Hector García Molina

EN CONTACTO CON LOS ALUMNOS

* Enrique Lavalle (ISC 76)

REUNIÓN PARA FOTO DE GENERACIÓN
En nuestro último semestre, si recordamos, el día de la foto de Generación no estaba asignada la fecha en el famoso calendario que cada alumno tenia al inicio del semestre en Agosto. En esa ocasión en compañía de Jaime Nájera, y un servidor (tengo cierta idea de que había otro compañero, pero la cinta magnética en la que tengo esta información hay ruido) fuimos a la oficina del Rector, a asignar la fecha de la foto para la generación ISC’76 (Dic). Nos atendió en primera instancia su secretaria, muy atenta, y después de una breve espera, no hizo pasar. Platicamos muy a gusto por espacio de 10 a 15 minutos, sobre la carrera y otras cosas. No dejaba de platicar además de que nos trato muy amble. Se comprometió a estar en la fecha que se asigno, le hablo a su secretaria y tomo nota. Hay que recordar que esto lo hacía para todas las carreras.

VISITANDO NUESTRA CASA

Fue en la casa del Sinaloense, ubicada en la Colonia Obispado, en la que muy amablemente fui invitado por nuestro amigo y compañero Tomas Ramírez Ponce. Cada semestre, según recuerdo, hay una tarde en la que se invita el Rector del Tecnológico. En esa ocasión fue el Rector y José Treviño Abrego. En la casa del Sinaloense en ese tiempo había alrededor de 25 a 28 estudiantes de las diferentes universidades de Mty. La cita fue alrededor de las 6 PM y duro hasta las 7. Hubo botana, lonches, cocas y cervezas. Se pudo apreciar que no era la primera vez que el estaba en la mencionada casa. Lo que recuerdo muy bien, es que el Rector, entre otras cosas, platico que en la década de los 60´s se tenia la costumbre de tener en cada salón un borrador con su gis. Pero que se tenía reportado que en ocasiones muy seguidas habia que reponer el accesorio. Pues resulta que había un alumno que los “coleccionaba” y que llego hacer un buen “tapete” de cama con todos los borradores bien pegados unos a otros. Platico el detalle como si él fuera un alumno y por supuesto no había rencor. Y la nueva política entre otras razones, fue el que el maestro tenia que pasar a la dirección por su borrador………

lunes, 1 de junio de 2009

ADIOS, MR. CHIPS

* Ramón de la Peña Manrique (7 Mar. 09)



Me tocó asistir a las ceremonias luctuosas para don Fernando García Roel en Torreón y Monterrey, que trajeron a mi mente la imagen de un extraordinario mentor para quienes tuvimos la suerte de trabajar cerca de él.

Los calificativos hacia su persona ciertamente son válidos, una persona apasionada de la educación, de la ingeniería; enérgica, responsable, puntual, con una memoria de elefante, carismático, bromista, perfeccionista; un líder capaz de ganar la confianza y el aprecio de sus colaboradores. En fin, una persona que dejó una huella importante en el Tecnológico de Monterrey.

Por esa razón, el Municipio de Monterrey en su programa de reconocimiento a personas que decidieron dejar, a través de su acción, una huella importante en nuestra comunidad, decidió honrar a don Fernando como "El Regio más Regio" en el área de educación.



La muerte de don Fernando trajo a mi mente dos o tres reflexiones adicionales. La primera es por qué esperar hasta que una persona muera para reconocerle sus méritos y logros. "En vida, hermano, en vida", nos diría la poeta tampiqueña Ana María Rabatté, pues de otra forma quien recibe el reconocimiento es sólo la familia del homenajeado.

La segunda reflexión la hice al recordar que no hay sustituto para la experiencia y el conocimiento adquiridos a través de una vida. Se ha demostrado que el cerebro de una persona de 60 años o más, mentalmente activa, "parece un bosque denso con ramas que se entrelazan entre sí. Esta densidad refleja un conocimiento más profundo y un mejor raciocinio".

Pero, ¿por qué se desaprovecha la experiencia de las personas maduras en nuestro país; por qué no las invitamos como mentores a nuestras organizaciones; por qué no seguimos el ejemplo de Raúl Castro, quien al hacer una renovación de su gobierno, nombró como sus nuevos hombres clave a muchachos de la edad?

Su número dos es un médico de 77 años; su Ministro de Comunicaciones, un muchacho de 76 años; Ministro de Agricultura, un general de 66 años; Ministro de Defensa, otro general de 73 años; el presidente del Parlamento, un académico y diplomático de 71 años; el Ministro del Interior, otro general de 69 años; el Ministro de Salud, un médico de 76 años. Y también nombró a dos jóvenes, un ingeniero mecánico de 47 años como Ministro de Transporte, y como canciller, a un periodista de 51 años.

Recuerdo una conversación que tuve con un extraordinario vicerrector académico del Tecnológico quien me comentó, en un evento académico en la Ciudad de México, antes de salir del Tec: "Me presentaron como una persona extraordinariamente innovadora, que implantó el sistema de instrucción personalizada y un buen número más de programas innovadores, pero para mi sorpresa, cuando salí del Tec nadie me invitó como consultor, asesor ni mucho menos como mentor".

Dejo esta reflexión para los líderes empresariales, comunitarios y políticos. Aprovechen el talento de "los muchachos de la edad".

El tercer comentario vino a mi mente al recordar el libro de Mitch Albom, "Martes con mi Viejo Profesor", en el que relata las recomendaciones que un profesor le hace a su antiguo alumno, cuando el profesor, presa de una enfermedad mortal, tiene la oportunidad de interactuar con él.

Me gustó mucho el mensaje: "Lo más importante de la vida es aprender a dar amor y a dejarlo entrar", pero cuando lo relaciona con la familia encuentra un gran significado al decir: "Suponte que estuviese solo, sin hijos o sin esposa, sin duda esta enfermedad que estoy padeciendo no la podría soportar".

La familia, asegura el profesor, es la seguridad de que alguien está velando por ti todo el tiempo. Sin duda, afirma, sin ese amor somos pájaros sin alas.

Y don Fernando tuvo unas excelentes alas en su esposa Laurita.

domingo, 31 de mayo de 2009

DON FERNANDO Y LAURITA

* Juan Fernando Perdomo Bueno

Al querer “agarrar en curva” a Don Fernando García Roel, ex rector del Sistema Tecnológico de Monterrey, una queridísima promotora del campus central de Veracruz -que estaba junto a varios miembros del patronato en Córdoba- él, haciendo una pausa, pues se había dado cuenta de la broma le dijo:
-“… ¡lo que pasa es que usted es una lagartija muy apedreada!”…
¡Y todos soltamos la carcajada, con Doña Carmen, pues sabíamos que el Ingeniero es muy hábil para salir de los embrollos!

Cuando le cuento esto a Laurita, ella ríe y trata de disculpar a su marido, pero con confianza me dice: “Fernando siempre ha sido muy bromista”.

En “RECUERDOS DE UNA ÉPOCA”, escrito y publicado por los García-Molina para celebrar los primeros 50 años del TEC, y que yo recibí en Mayo de 1993 con una nota dedicada con el puño y letra de Laurita, pero firmada a nombre de los dos, la introducción corre a cargo del Ingeniero García Roel.

Así es: Don Fernando, con toda la mano de Laurita Molina de García Roel, su inseparable Dama, compañera, confidente, asesora,… Esposa, relata buena parte de su vida con el TEC.



Como la anécdota que, al inicio de su expansión en el país, un periodista le cuestionó la llegada de manos extrañas- el TEC DE MONTERREY- a tierras Sonorenses y él, con esa chispa extraordinaria le respondió:
- “… es una cucharadita del chocolate que yo tomo diariamente en Monterrey…”
El ex - gobernador, Faustino Félix, presente en la charla, arguyó:
-“¿Cómo? ¡Si usted es de Monterrey!”.
El rector emérito respondió:
-” Por supuesto. Pero mi esposa es Sonorense y sus manos son las extrañas que se meten en la educación superior de Monterrey”.
Don Faustino, sonrió:
-“Entonces está usted perdonado, Ingeniero”.

Y es que pocas parejas, pocos matrimonios, han sostenido una relación de complicidad y coordinación; de cariño y admiración mutuo; de UNIDAD, como Don Fernando y Laurita.

Así: ferlau@aol.com, de Fernando y Laura, es como está etiquetado su correo electrónico, que ella lee y responde.

Laurita Molina, “mujer bronca de Sonora, ya civilizada”, como ella se autodefine de manera espontánea, y con su carismático hablar que la muestra plena de juventud, nació en la ciudad de Fronteras, lugar cercano a Arizona, por cierta casualidad: Su papá y un socio habían adquirido un molino harina en Fronteras.

Pero muy pronto fue a dar a los Estados Unidos y, posteriormente a la ciudad de México.

Laurita estudiaba en una universidad Americana cuando Fer, estudiante de Ingeniería Química en México, nacido en Monterrey, regresaba a vacaciones patrias y se encontraron en el tren que iba de México a Monterrey, de donde ella continuaría su viaje.




Él - que seguramente ya había quedado atrapado con la inteligencia y atrayente conversación, que complementaba con la belleza personal de la joven- le ofreció que le hablaría el 15 de junio próximo…

Y, pasados los meses,… Fernando le habló, quedando así sellado un pacto del que sería el Aniversario “de a de veras”, de toda su vida.

Aquel encuentro resultó, a decir de Laurita, el del hombre al que atrapó en el viaje del tren.

Fernando y Laurita duraron 3 años de novios. Aunque él ya iniciaba su trabajo, allá por 1944, como profesor de Química y Matemáticas en esa “vieja casona” cercana al casino Monterrey, en el centro de la ciudad, donde inició el INSTITUTO TECNOLÓGICO Y DE ESTUDIOS SUPERIORES DE MONTERREY (ITESM), a ella le faltaban 2 años de universidad.



Fue en 1946 cuando, en los Estados Unidos, de manera “práctica y sencillita, con una docena de amigos de la Universidad, y familiares” incluida la mamá de Laurita, celebraron su matrimonio civil-religioso y una recepción con “Ponche y Pastel”.

Lo más trascendente viene después: 40 años en el Tec de Monterrey; 25 años de Rector…

Y Don Fernando, con su característico humor, decía, “..Pero, no los sumen, que entonces la cuenta no da…”

Sí, 25 años de rector en los que inició la expansión del TEC DE MONTERREY por todo México, con el respaldo de la los Consejeros encabezados, en un principio, por Don Eugenio Garza Sada- asesinado vilmente en 1973, recién llegaba yo a estudiar a Monterrey- y, luego, respaldado por Don Eugenio Garza Lagüera, recientemente fallecido a la edad de 84 años; Pero, no cabe duda- él mismo lo acepta de alguna forma- Laurita jugó un papel importantísimo.

¿Cómo los conocí?



La primera vez que estreché la mano de Don Fernando fue en un festival de la Canción del internado del TEC, en Monterrey. Al entregarme un Diploma me dijo:
-¿De dónde eres, Perdomo?
- De Córdoba, Ingeniero.
- ¿Qué eres de Rodolfo Perdomo Catalayud?, me dijo, cambiando letras del segundo apellido de mi papá.
- Soy su hijo, le dije sonriendo, por esa confusión de letras.
- Yo fui su profesor, me dijo. Me lo saludas.

A partir de ahí, lo encontré seguido asistiendo a los eventos culturales, la Revista Musical, el Concierto ensamble,.. y, al finalizar la función, subía al escenario a felicitarnos… acompañado por una Dama de gran personalidad y emoción: Laurita, su esposa, que disfrutaba enormemente del ambiente estudiantil y artístico.

Recuerdo que en el 3er Festival de la canción, en Monterrey, en 1977, después de interpretar una canción que compuse llamada “¿Qué pasará?”, y que escribí como despedida al TEC, a mi vida de estudiante universitario, Laurita fue especialmente efusiva manifestándome que la canción le había encantado.

¿Quién me diría que 7 años después, en Córdoba – en un “recorrido de despedida”, pues Don Fernando se Jubilaba- Laurita me pediría que le cantara esa misma canción, ahora como su despedida del TEC, con la presencia de los Consejeros y socios activos del campus central de Veracruz? ¡Que ya, entonces, teníamos en Córdoba!

Así es. En 1980 iniciábamos en Córdoba-Fortín-Orizaba y la región, los estudios para el que sería la Unidad -el campus- número 13 del Sistema TEC DE MONTERREY gracias al apoyo de cientos de empresarios, Padres de familia y de los propios medios de información, pero con el respaldo de Don Fernando, rector del Sistema; el Doctor César Morales, Vicerrector de la zona Sur y, nuestro primer director, Jaime Fuentes.




En esas épocas, las visitas de Don Fernando, con su inseparable esposa, eran verdaderos acontecimientos para la comunidad TEC.

Ella, Laurita, admiraba la vegetación de la región y manifestaba su impresión de ver tanto verde, además de que le encantaban las gardenias, de las cuales siempre se llevaba un arreglo.

Don Fernando, por su parte, nos comentaba:
-Es tan rica la tierra veracruzana que hasta flores se dan en los cables de teléfono, señalándonos en las calles de Córdoba y la carretera a Veracruz, donde tomaban el avión para regresar a Monterrey.




Él, al visitarnos, fue siempre sencillo… y cuidadoso. Cuando un reportero se le acercaba a una entrevista sobre el campus central de Veracruz, decía:
-“Pregúntenle a los consejeros de aquí. Yo sólo soy un invitado”.

Una vez lo visité en Monterrey, sin cita, por no tener previsto ese viaje y pensando que no lograría verlo, por sus ocupaciones, me sorprendió que amablemente hiciera un espacio en su agenda para atenderme.

Platicamos de la Unidad en Córdoba y, después de un rato me preguntó:
-¿Cómo te fue en calificaciones cuando estudiaste aquí?
Yo, un poco extrañado de la pregunta, le dije que más o menos bien.
Y levantándose y dirigiéndose a un mueble con varios cajones, extrajo un fólder. Yo seguía confundido…y entonces me enseñó unas boletas…
-Estas son las calificaciones de tu padre, cuando yo le di clases.
¡Tenía guardadas TODAS las boletas de los que habían sido sus alumnos en Monterrey! Y ya tenía 30 años que mi Papá se había recibido del TEC DE MONTERREY.

Ya han pasado largos años de eso…

Aquí, en Córdoba, por los casi 800 profesionistas egresados, mas los titulados de prepa, maestría y Doctorado, y por los empleos que ofrece el campus, estamos en deuda con Don Fernando y Laurita.

Y aunque su nombre está grabado en nuestros corazones, debe estar grabado en piedra permanentemente.

El SISTEMA TECNOLÓGICO DE MONTERREY ha continuado su expansión y consolidación, primero bajo el Liderazgo de Don Eugenio Garza Lagüera, ahora con Don Lorenzo Zambrano, como Presidente, y de Rafael Rangel, como Rector.

El TEC cuenta con 32 campus universitarios en México, aparte de otros centros como el TEC MILENIO; la UNIVERSIDAD VIRTUAL; las SEDES en México y otros países; los CENTROS COMUNITARIOS DE APRENDIZAJE (CCA) y, recientemente, los IDESS (Institutos de desarrollo social sustentable), del cual ya tenemos uno en Cuichapa, Veracruz, con el nombre de “Doña Juanita Jácome de Zúñiga”, gracias al apoyo de nuestro consejero fundador el Ing. Humberto Zúñiga Jácome.

La historia del Tec de Monterrey es una historia de Éxito. Relatarla aquí sería poco más que imposible y ocioso, pues por sus frutos se le conoce. Pero, hablar de Don Fernando y Laurita, además de que merecido lo tienen, es todo un placer poder hacerlo.


Actualmente viven en Torreón, Coahuila. Nos comunicamos por correo electrónico y, eventualmente-no tan seguido como quisiera- nos ponemos en contacto por teléfono y charlamos como si los tres estuviéramos en el mismo aparato telefónico, y viviéramos todo, otra vez.

Y, mientras, el árbol del TEC de MONTERREY, cubre casi toda América Latina y muchas partes del viejo continente y Asia, mostrando sus frutos, que son el resultado de muchas personas pero, especialmente, de estos dos personajes, que parecen uno sólo.

Laurita me dice, después de una larga conversación telefónica, que les llega la hora de su “copita de vino” como aperitivo y de escuchar una buena música, que les llena el espíritu. Ya busca estar cerca de su Fer.

Y se despide de mí, a nombre de los dos, al decirme:
-“Gracias por llamarnos, Tocayo… de mi marido”, demostrando así que Fernando y Laura siempre, pero siempre, serán también uno.

Laurita. Don Fernando. Como usted dice: “Genio y Figura… “

¡Se les quiere mucho!

MIS VIVENCIAS CON MI MAESTRO

* Dr Gonzalo Mitre Salazar
Marzo de 2009.

(NOTA: las fechas aquí expuestas son aproximadas; de ninguna manera deben tomar evidencia en los sucesos aquí relatados)

MI PRIMERA REPROBADA

Era el mes de febrero del año 1958. Me inscribí en la clase de Ing. Química III. Éramos un grupo de 14 alumnos de 2 generaciones, septiembre 1954 y enero 1955, a la cual yo pertenecía.
El horario era de 8 a 9, diaria, en el un salón de Aulas I, 2o. Piso.
En esos años yo vivía en un apartamento en Constitución y Venustiano Carranza, lo que nos tomaba de 20 a 30 minutos, dependiendo si conseguimos o no, un “aventón” oportuno.

Debo reconocer que con cierta frecuencia llegaba tarde a la clase, pero nunca falté, y el Ing. García Roel no ponía retardos, como sí lo hacían otros maestros, que usaban varias reglas: “la ley del cuarto”, 2 retardos una falta, o cambio falta por un trabajo extra de la clase. De alguna manera se podía negociar.

Con el Ing. García Roel había una sola opción: retardo o falta es falta.

El día del examen final no fui aceptado a tomarlo por exceso de faltas. Reprobado automáticamente. Fui al examen extraordinario con el Ingeniero, que previamente me citó un día a las 3 PM, en sus oficinas de la Dirección Escolar y llegué a las 2:30 PM. Me preguntó si había aprendido la lección y le contesté “por supuesto, ya estudié todos los capítulos de la clase”, “me refiero a tus llegadas tarde” me contestó. Le respondí “es que no sabía que con usted no se puede negociar” y me contestó “con las reglas y las leyes no hay negociación”.

Esta clase de Ing. Química III fue un aprendizaje alto en mi vida: si pones reglas tú eres el primero en seguirlas y las debes ejecutar.

Mi primer reprobada en el TEC y ….. la única en mi vida. Valió la pena.

Posteriormente cuando fui Director de Carrera (de IMA e IIS) al formular los reglamentos para alumnos con frecuencia declaré, en las reuniones de Directores, este principio: Si se va a poner esta regla, los primeros a cumplirla somos nosotros; si no la vamos cumplir hay que quitarla del reglamento.


ALGUNAS VECES SI HAY UNA SEGUNDA OPORTUNIDAD

Después de mi regreso del Doctorado me asignaron nuevamente la Dirección del Depto. de Ingeniería Industrial, que tenía a su cargo la carrera de IMA.

Estuve colaborando en varios comités académicos, entre ellos la revisión del Reglamento de Alumnos. Recuerdo que en 1974, era un jueves, después de las 8 PM en el Hotel Ancira, al finalizar una reunión donde participamos más de 20 Directores de departamento en la revisión del Reglamento de Alumnos, recibí una invitación del Director del Campus donde me citaba el Rector, el día siguiente a las 8 AM.

El viernes me platicó el Ingeniero, que se estaba abriendo un nuevo Campus en el Estado de México. En ese tiempo ya existía la Escuela de Graduados en Administración en la Ciudad de México y se quería repetir este éxito. Me invitó a que fuera a visitar el terreno y ver lugares para mi residencia, ya que quería que yo fuera responsable de este proyecto. Le pedí soporte para que mi esposa Beatriz me acompañara, lo cual aceptó de inmediato.

El sábado Beatriz y yo tomamos el avión a la Cd. de México y de allí nos llevaron a ver el terreno del Campus, algunas escuelas cercanas para los hijos (tenían 7, 5 y 3 años) y lugares de casas residenciales. En principio nos gustó el proyecto, mas no el estilo de vida que percibimos en el área metropolitana del D.F. Demasiado tráfico, escuelas de primaria para los hijos con 1,500 alumnos vs. 300 aquí en Monterrey. Tomamos la decisión de quedarme en Monterrey.
Algunos amigos del Tec, me comentaron con palabras más o menos este mensaje: “hay oportunidades únicas en la vida, y tu ya la perdiste”.

Este no fue mi caso. Años después recibí del Ing. García Roel la tarea de formar el Departamento de Estudios de Factibilidad de Unidades Foráneas y posteriormente la Rectoría de la Zona Norte.


LAS EDADES DE UNA PERSONA

Al final de una Asamblea de ITESM, en 1986 o 1987, ya retirado el Ingeniero, un grupo de compañeros platicábamos con él, y nos preguntó “¿saben cuales son las edades del hombre?”. No faltó algun sabiondo que contestó: La edad de Piedra, ……etc. El Ing. contestó: “me refiero a la de una persona; recuerden: son 4 edades y la voy a ejemplicar en mi persona”.

La primera edad es cuando me decían Fernando, la segunda me llamaban Ing. García Roel, la tercera edad llegó y me saludan como Don Fernando”. Se quedó callado y alguien le contestó. “usted nos dijo que son 4, falta una”. Se quedó pensando unos momentos y nos contestó, “la 4ª. edad la acabo de vivir hoy que estaba en la entrada a la Rectoría: “alguien me preguntó -¿le puedo ayudar a subir las escaleras, Don Fernando?”-. Cuando te hagan esa pregunta es que ya estás en la 4ª. edad.”


INNOVACION COMO FORMA DE VIDA

Una de las aportaciones que hicimos el grupo de profesores de Ingeniería Industrial en 1972 a 1974, fue el diseño y la implementación de la carrera de Ingeniería Industrial y de Sistemas, que por primera vez, en México y Latinoamérica se ofreció en Agosto de 1972.

Cabe mencionar un poco de historia de esta carrera. En los años 1947 o 1948, el Ing. Elliot Camarera, quien era Director de Ingeniería del TEC, inició la carrera de Ingeniero Industrial Administrador, equivalente a un Plan de Estudios del MIT en Estados Unidos. Desgraciadamente esta carrera tuvo que cerrarse en 1952 por falta de alumnos y de oportunidades de trabajo. La Visión del Ing. Camarera hizo que se diseñara la carrera de Ing. Mecánico Administrador en 1954 y la de Ing. Químico Administrador en 1956. En ambas carreras un núcleo importante son las materias de Ing. Industrial, Contabilidad y Finanzas e introducción al Derecho, entre otras.

Los primeros egresados de IMA, cuenta la historia, fueron aceptados en las empresas como Ingenieros Mecánicos, la “A” era un extra, que pocos entendían, “¿Cómo es posible juntar 2 conocimientos tan diferentes? Un Ingeniero es para que esté en la fábrica y el administrador en las oficina”. Comentarios como éste salían con frecuencia.

Sin embargo, el tiempo le dio la razón al Ing. Camarena. En los años 60 y posteriores, los IMA eran requeridos en la industria, más por la “A” que por la “M”. Con frecuencia se nos preguntaba, tanto alumnos como empresarios ¿porque no hacen la carrera de Ing. Industrial?

La carrera se inició en 1972 con gran éxito, a costa de otras carreras que bajaron su alumnado. Fue la primera vez que el TEC aceptó iniciar una carrera simultáneamente en los 4 primeros semestres. Esto hizo que muchos alumnos de IMA y algunos de IQA y otras carreras solicitaron su cambio a IIS. En el primer año tuvimos más alumnos en IIS que en IMA.

En 1976 me visitó el Director de los Institutos Tecnológicos Regionales de la Secretaría de Educación Pública Federal. Le interesaba mucho conocer nuestro programa de IIS y ver la posibilidad de iniciarlo también en estos Institutos.

Al final de la plática me pidió el plan de Estudios y con gusto le regalé un Catálogo del TEC, donde aparecían todas las carreras y sus planes estudio y una breve descripción de las materias por Departamento.

El funcionario me pidió los programas de estudio detallados de cada clase de Ingeniería Industrial y de las de Ing. de Sistemas (no computacionales) que eran una innovación importante en la Escuela de Ingeniería. Mi contestación fue un no rotundo.

Le contesté amigablemente: “esta información nos ha costado mucho tiempo y esfuerzo y no creo que sea justo que tu le lleves todos esto, en esta visita”. Trató de convencerme y no pudo. Se despidió de mí amablemente y quedamos seguir platicando.

A los 15 minutos recibí una llamada por teléfono del Ing. García Roel, y que dijo: “estuvo conmigo el Director de Tecnológicos Regionales de la SEP y me comenta que no quieres darle la información detallada de los cursos ¿Por qué?”.

Le contesté: “Ingeniero esto nos ha costado mucho esfuerzo y no me parece que se lo lleven y nos hagan la competencia”. Respondió “Gonzalo, dentro de 4 años que inicien esta implementación, si bien les va, ¿tu vas a tener el mismo plan de estudio?” -“por supuesto que no, ya estamos cambiando algunos temas de más actualidad, como Simulación, bla, bla,….- "

“¿Entonces vas a tener competencia?” Le contesté: “Ingeniero está claro el mensaje. Si le vuelve hablar dígale, por favor, que se comunique conmigo”

“Gonzalo, no te preocupes, no me va llamar a mi. El Director estará en tu oficina en unos minutos”.

Apenas terminé, y recibí la llamada de mi asistente: “ aquí está nuevamente el Director de Tecnológicos de la SEP y quiere hablar con usted?”.- Dile que pase-.

En menos de 30 minutos le entregué los planes detallados de cada materia de Ing. Industrial y de Ing. de Sistemas y le di además, un juego de Apuntes escritos por nuestros maestros como regalo.

Aprendizaje rotundo: Para que la competencia que te copie no te haga daño, tienes que estar innovando constantemente.

Aproximadamente después de 5 años se inició la carrera de Ing. Industrial en los Tecnológicos con una estructura similar a nuestro programa. Las materias de Ing. de Sistemas no se incluyeron lo cual nos siguió dando una ventaja diferencial con ellos y otros programas.


¿FINGES? 0 ¿FUNGES?

En una ocasión, en 1984, después de la graduación de alumnos del Campus Guaymas, comiendo ya en ambiente relajado, salió en la conversación la situación que vivió el TEC, a la salida del Rector Ing. Víctor Bravo Ahuja como subsecretario de Educación en el Gobierno Federal. Fue en los primeros meses de 1960.

La pregunta concreta que le hizo al Ing. García Roel fue: quién fue designado como substituto durante 3 o 4 meses, antes que se le designará como el nuevo Rector en mayo, antes de las graduaciones.

El Ingeniero nos comentó que siguió el consejo de su amigo, el Lic. Eduardo Elizondo, quien 10 años después fue Gobernador del Estado de Nuevo León.

El consejo que recibió fue: FINGE QUE FUNGES Y FUNGE QUE FINJES.

Su traducción o como yo le entendí, dice: Haz como que eres el Rector y actúa como que no sabes.

UNA PROBADITA

En 1983 yo ocupaba el puesto de Director de Estudios de Factibilidad de Unidades Foráneas. En esos años había varias solicitudes de comunidades, principalmente con un líder Ex.A.Tec, que querían tener una “sucursal del TEC”, en su ciudad. Mi función era visitarlos y hacer estudios básicos en 3 aspectos: cantidad de alumnos probables para preparatoria y para profesional, que carreras necesitaba la región y disposición de los interesados en aportar un terreno de 20 hectáreas más la inversión para la construcción de los edificios necesarios.

Fue a finales de enero cuando el Ing. me propuso como Director Asociado a la Rectoría Zona Sur, con sede en el Estado de México, para que me hiciera cargo de las Unidades en el Norte de la República: Saltillo, Torreón, Chihuahua, Cd. Obregón y Guaymas.

Mi jefe inmediato era el Rector de la Zona Sur a quien solamente lo ví el momento que fui asignado a ese puesto, ya que toda la información requerida se la daba personalmente al Ingeniero.

Posteriormente a que fui designado como Rector de la Zona Norte, le pregunté al Ing. ¿Por qué se había inventado el puesto de Director Asociado?, cuando no existía otro comparable en la organización del TEC.

Me contestó: “hice la designación para darte una probadita, para ver si podías con la responsabilidad y también para asegurar que los Directores de las Unidades de la Zona Norte te aceptaban; un fracaso en cualquiera de las dos, sería muy fácil tu substitución, Además, que el nombre del puesto no afectaba a los que se creyeron merecedores de una Rectoría de Zona”.

En el mes de mayo de 1983 pasé la probadita. Fui nombrado Rector de la Zona Norte hasta el día de mis cumpleaños en 1988, cuando me retiré del Tec.

EL PASTEL DE LA BUROCRACIA

En una de las juntas mensuales que tuvimos, los Rectores de Zona con el Ingeniero, acaba de tomar posesión un Presidente de la República. Como pasa en algunas ocasiones, algunos de nosotros estábamos muy optimistas.

Me acuerdo nuestro comentario de “Ahora sí la vamos hacer. Con el nuevo Presidente haremos más fácil los trámites en la SEP de Certificación de títulos, las aprobaciones de Planes de Estudio de nuevas carreras, etc.”

El Ingeniero nos observó como discutíamos y al final nos mandó este mensaje “Señores, el gobierno es como un pastel; la burocracia es la masa y los políticos que llegan es el betún; cada cambio solo se renueva el betún, la estructura es la misma; no se hagan ilusiones”. Y así fue, ningún cambio relevante fue aceptado en ese sexenio.

VACACIONES TODO PAGADO

Cuando Laurita y Don Fernando vivieron en Mc.Allen nos reunimos algunas veces en su casa, a platicar con amigos del Tec. Una vez nos invitaron a un almuerzo en el restaurante del Club de Golf de Mc.Allen, ya que eran socios porque Laurita jugaba tenis.

La invitación fue después de que acababan de regresar de su viaje a Europa o China, no recuerdo, y nos comentaron sus extraordinarias vivencias; los lugares que visitaron, la comunicación con diferentes culturas, etc.

Al final, durante el café y los postres, Don Fernando comentó. “Además de todo esto, resulta que todo fue pagado por mis hijos”. Laurita solamente sonrió sin hablar. Todos comentamos “que gran apoyo de sus hijos, “es lo menos que podían esperar ustedes”, etc.

A final Don Fernando agregó, “sí es cierto, ¡mis hijos me lo están pagando de la herencia que les voy a dejar! “

BIBLIOTECA “FERNANDO GARCIA ROEL” TEC CCV

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Campus Central de Veracruz (Septiembre 2008)

Estamos reunidos no sólo para cumplir nuestra palabra en EIEVAC, sino para hacer un reconocimiento al Ingeniero Fernando García Roel, quien fuera rector del Tecnológico de Monterrey durante 25 años e iniciara la expansión, de lo que ahora se llama “SISTEMA TECNOLOGICO DE MONTERREY”, en la década de los 70s, bajo la presidencia de Don EUGENIO GARZA SADA Y DON EUGENIO GARZA LAGUERA, en EISAC la asociación que auspicia y patrocina al ITESM.

El Ing. García Roel nació en la ciudad de Monterrey Nuevo León el 14 de Agosto de 1921, siendo hijo de agricultores y productores de naranja, de la zona de Montemorelos, Nuevo León.

Realizó sus estudios básicos y preparatorios en Monterrey y, al tomar la decisión de sus estudios profesionales, se trasladó a la Ciudad de México a cursar la carrera de Ingeniero Químico en la UNAM- ya que esta no se impartía en Nuevo León- y de la que se graduó en 1943.

Fue en uno de estos viajes en ferrocarril, entre México y Monterrey, que conoció a el Amor de su vida, la sonorense Laurita García Molina a quien siguió, una vez concluidos sus estudios universitarios hasta el Estado de Florida, donde ella estudiaba para, primero, realizar estudios de postgrado y, posteriormente, casarse con ella en 1946.

Nuestro homenajeado se inició, a mediados de la década del los 40s, como profesor de planta en el Tecnológico de Monterrey, fundado en 1943, precisamente hace 65 años, en materias como matemáticas y, por su puesto, química en las que se volvió una leyenda, ya que se distinguía por ser un profesor que nunca faltaba y nunca llegaba tarde.

Bueno, nunca es mucho decir, porque Don Fernando si faltó a clases: Una vez.
Esto sucedió el día en que nació su primer hijo: Fernando, ya que a éste se le ocurrió llegar a las 8 de la mañana, hora en que el Ing. García Roel tenía clases.
Esta situación hizo que Laurita y Don Fernando programaran el nacimiento de Héctor, su segundo hijo, para un horario que no interfiriera con las actividades educativas de nuestro homenajeado, naciendo a las 9 de la noche, por lo que no hubo ninguna interrupción.

Así, García Roel fue profesor por 15 años.
Nos cuenta Laurita:

“En Septiembre de 1958 corrió la noticia de que el Ing. Víctor Bravo Ahuja, entonces Rector del Tecnológico de Monterrey, sería llamado a servir en el Gabinete del Presidente electo Adolfo López Mateos….

“El Ing. Bravo Ahuja pidió un año de licencia… y se despidió de Monterrey- ya con la designación de Sub Secretario de Educación Pública- con admiración, algo de envidia y muchos parabienes…

“Cinco eran, aparentemente, los candidatos a suceder al Ing. Bravo Ahuja: Jose Emilio Amores, Elliot Camarena, Emilio Guzmán Lozano, Alfonso González Segovia y, posiblemente, Fernando García Roel.
Fernando no acababa de encajar bien en la lista porque, además de ser el “bronco norteño”, venía de una familia liberal que no se identificaba con el medio conservador y clerical.

“Fue un año amargo. Pues un mando dividido en cinco partes es siempre un mando débil, que además genera inseguridad. De ahí que Fernando sostenga que el cambio debe ser claro, definitivo.

“Don Eugenio Garza Sada, fundador y presidente del consejo… era… un hombre líder que imponía su voluntad, muy a pesar de su aspecto tímido y su peculiar estilo reservado.

Y el Ingeniero García Roel era el AS bajo la manga, siendo el cuarto rector del Tecnológico de Monterrey de 1960 a 1985- ¡25 años!- iniciando en la década de los 70´s, como ya lo mencioné, el proceso de expansión del Tecnológico de Monterrey, curiosamente en el Estado de Sonora, en Guaymas.



Al inicio de la expansión en el país, un periodista le cuestionó la llegada de manos extrañas- el TEC DE MONTERREY- a tierras Sonorenses y él, con esa chispa extraordinaria le respondió:

- “… es una cucharadita del chocolate que yo tomo diariamente en Monterrey…”
El ex - gobernador, Faustino Félix, presente en la charla, arguyó:
-“¿Cómo? ¡Si usted es de Monterrey!”.
El rector emérito respondió:
-” Por supuesto. Pero mi esposa es Sonorense y sus manos son las extrañas que se meten en la educación superior de Monterrey”.
Don Faustino, sonrió:
-“Entonces está usted perdonado, Ingeniero”.

Y así, siguió con otros campus en los estados de México, Sinaloa, Guanajuato, Querétaro, Tamaulipas, Chiapas y por su puesto, el CAMPUS CENTRAL DE VERACRUZ, por mencionar tan sólo unos de ellos.

Razones de sobra hay para confirmar que el Campus Central de Veracruz era -y sigue siendo- uno de los favoritos de los García Roel.
Para constatarlo, en su libro “RECUERDOS DE UNA ÉPOCA” hay un amplio espacio dedicado a reseñar el cariño con el que siempre fueron recibidos, Don Fernando y Laurita en esta región.

Una anécdota que me tocó vivir fue que, en el 3er Festival de la canción, en Monterrey, en 1977, después de interpretar una canción que compuse llamada “¿Qué pasará?”, y que escribí como despedida al TEC, a mi vida de estudiante universitario, Laurita fue especialmente efusiva manifestándome que la canción le había encantado.

¿Quién me diría que 7 años después, en Córdoba – en un “recorrido de despedida”, pues Don Fernando se Jubilaba- Laurita me pediría que le cantara esa misma canción, ahora como su despedida del TEC, con la presencia de los Consejeros y socios activos del campus central de Veracruz? ¡Que ya, entonces, teníamos en Córdoba!

Así es. En 1980 iniciábamos en Córdoba-Fortín-Orizaba y la región, los estudios para el que sería la Unidad -el campus- número 13 del Sistema TEC DE MONTERREY gracias al apoyo de cientos de empresarios, Padres de familia y de los propios medios de información, pero con el respaldo de Don Fernando, rector del Sistema; el Doctor César Morales, Vicerrector de la zona Sur y, nuestro primer director, Jaime Fuentes.



Una vez visité Monterrey y, sin cita, por no tener previsto ese viaje y pensando que no lograría verlo por sus ocupaciones, el Ingeniero me sorprendió amablemente haciendo un espacio en su agenda para atenderme.

Platicamos de la entonces Unidad en Córdoba y, después de un rato me preguntó:

-¿Cómo te fue en calificaciones cuando estudiaste aquí?
Yo, un poco extrañado de la pregunta, le dije que más o menos bien.
Y levantándose y dirigiéndose a un mueble con varios cajones, extrajo un fólder. Yo seguía confundido…y entonces me enseñó unas boletas…
-Estas son las calificaciones de tu padre, cuando yo le di clases.
¡Tenía guardadas TODAS las boletas de los que habían sido sus alumnos en Monterrey! Y ya tenía 30 años que mi Papá se había recibido del TEC DE MONTERREY.


En esas épocas, las visitas de Don Fernando, con su inseparable esposa, eran verdaderos acontecimientos para la comunidad TEC en Veracruz.

Ella, Laurita, admiraba la vegetación de la región y manifestaba su impresión de ver tanto verde, además de que le encantaban las gardenias, de las cuales siempre se llevaba un arreglo.

Don Fernando, por su parte, nos comentaba:
-Es tan rica la tierra veracruzana que hasta flores se dan en los cables de teléfono, señalándonos en las calles de Córdoba y la carretera a Veracruz, de donde tomaban el avión para regresar a Monterrey.

Él, al visitarnos, fue siempre sencillo… y cuidadoso. Cuando un reportero se le acercaba a una entrevista sobre el campus central de Veracruz, decía:
-“Pregúntenle a los consejeros de aquí. Yo sólo soy un invitado”.

Fue precisamente en su ultima visita al campus central de Veracruz en la que Don Fernando develó un letrero en el que se denominaba “Fernando García Roel” a nuestra biblioteca, con el compromiso que, al tener concluidas las instalaciones definitivas, lo invitaríamos para develar la placa con su nombre.



Y así nos esforzamos, con el apoyo de toda la comunidad de la zona centro del estado de Veracruz, por concluir este edificio que se denomina CENTRO DE COMPETITIVIDAD INTERNACIONAL o CCI y que alberga el centro de Cálculo y la ahora Biblioteca FERNANDO GARCÍA ROEL.

Seguramente la decisión de dejar su encargo como rector del sistema Tecnológico, no fue nada fácil como tampoco lo habrá sido el rechazar múltiples invitaciones a los campus de manera permanente, insistente, por parte de los consejeros, por una razón, no solo de forma sino de fondo:
El respeto al nuevo sucesor, el doctor Rafael Rangel Sostmann quien, junto con el equipo de Vicerrectores del sistema y Rectores de zona, funcionarios, Consejeros, Directivos, Profesores, Empleados y alumnos, siguen dando, cada día, más presencia con calidad Académica y compromiso social comunitario, en muchos lugares, no sólo de México, sino del Mundo.

Hoy, EIEVAC, el Campus central de Veracruz y la Sociedad Veracruzana ¡Cumplimos nuestra Palabra!


Nos da gusto que esté entre nosotros el Dr Héctor García Molina, el segundo de los hijos de Don Fernando y Laurita para que reciba el testimonio de gratitud y reconocimiento que le tenemos a sus papás.

Gracias a ellos. Gracias a la visión, respaldo y Liderazgo de Don Fernando, con la mujer que siempre ha sido su confidente y compañera; gracias al Tecnológico de Monterrey, miles de jóvenes han tenido la oportunidad de contar con una educación de alto nivel en una de las regiones más bellas de México.

Héctor: Te pedimos que se los digas a los dos. Hoy queda plasmada en esta placa, de manera simbólica, el cariño, respeto y admiración que les tenemos. Y aunque siempre se los hemos manifestado por teléfono y hasta por correo electrónico, hoy queremos hacerlo en persona contigo, que eres parte de esa gran familia.

¡Los queremos mucho y los tenemos siempre con nosotros!
FELICIDADES Y MUCHAS GRACIAS

JUAN FERNANDO PERDOMO BUENO